Con la versión hardcore MINI John Cooper Works Challenge, la generación F56 de la madre patria de MINI, Inglaterra, recibe su coronación deportiva. Aunque el MINI JCW Challenge está homologado para circular por carretera y, por tanto, puede utilizarse en vías públicas, su tecnología está optimizada más para su uso en circuito y promete unas prestaciones absolutamente impresionantes, y no sólo para el segmento de los coches pequeños.
El MINI John Cooper Works Challenge se basa en el MINI de serie más potente de todos los tiempos, y quizás la mejor manera de mostrar lo que realmente es el MINI John Cooper Works Challenge es renunciar a cualquier aumento de potencia. Porque con sus 231 CV, al MINI superior ciertamente no le falta potencia, pero algunos clientes buscan en vano la enorme agilidad de sus predecesores. Por eso, para el modelo especial limitado, que se presentará dentro de unos días en el Goodwood Festival of Speed 2016 y que por el momento solo está disponible en Inglaterra, el interés se centró en otros parámetros.
¿Aún sigues buscando tu coche de segunda mano y no lo encuentras? Tu próximo coche de ocasión en Crestanevada.MINI John Cooper Works Challenge: Herramienta de rendimiento en pista
Los coches de carreras de la MINI Challenge sirvieron de inspiración y punto de referencia para los ingleses, por lo que también trabajaron con los mismos proveedores para el vehículo de carretera. Una suspensión coilover multiajustable, un diferencial mecánico de deslizamiento limitado, un sistema de frenos más potente y neumáticos de alto rendimiento Michelin Pilot Sport Cup 2 montados sobre llantas más ligeras elevan al MINI John Cooper Works Challenge a una liga completamente nueva y dejan muy atrás a la serie.
Lamentablemente, la producción de esta herramienta de pista homologada para la carretera se limita a 100 unidades; todos los ejemplares se entregan en idéntica forma y color y siempre con transmisión manual. La combinación de colores elegida, con un acabado de pintura White Silver y techo, retrovisores exteriores y llantas en negro, probablemente atraerá rápidamente las miradas curiosas de los aficionados británicos de MINI.
El hecho de que el precio también difiera significativamente del de serie no es ninguna sorpresa para los conocedores de MINI. Los británicos piden 32.000 libras esterlinas por su nuevo buque insignia de altas prestaciones, mientras que el MINI John Cooper Works normal cuesta 9.000 libras menos a pesar de tener un motor idéntico. Queda por ver si el MINI F56 llegará algún día a Alemania con todo su potencial de competición.